Los
estudios del Instituto Nacional de la Salud de Francia son significativos: el
consumo de dos-tres copas diarias de vino tinto hacía disminuir el riesgo de
muerte por infarto de miocardio y por apoplejía en un 33%.
La
prestigiosa publicación The New England Journal of Medicine ha difundido los
resultados de un estudio prospectivo de 22.071 médicos varones con edades
comprendidas entre 40 y 84 años, indicando que el consumo bajo o moderado de
vino reduce el riesgo total de sufrir un ictus isquémico
Un
estudio elaborado por el Centro de Investigación de Barcelona valoró que el
consumo moderado de vino, un vaso al día, reduce entre un 30 y 40% la
deposición plaquetaria en la pared celular y, por tanto, inhibe la formación de
trombos