Para no saturar los sentidos, olfato y gusto principalmente, lo ideal es no catar más 5 o 6 vinos. Es fundamental que las personas que vayan a catar se sientan a gusto, tengan su tiempo y puedan concentrarse correctamente.
Para hacer más dinámica la cata, aconsejamos buscar una temática. Pero que esta temática no limite (únicamente vinos tintos, o blancos o espumosos), ya que esto carece de interés y suele ser monótono.
Una buena cata debe tener introducción, una trama y un desenlace, por ello recomendamos comenzar con vinos blancos, posteriormente tintos (jóvenes, crianzas, reservas y grandes reservas) y finalmente espumosos.