Si por su proceso de elaboración se sospecha que pueda tener posos, debe decantarse aunque esta posibilidad, por los actuales sistemas de fabricación, es cada vez menos frecuente entre los vinos de consumo habitual. Si desea abrir el vino, aunque sea joven, para que despliegue con rapidez toda su potencialidad olfativa, pásalo a un decantador. En suma, si te apetece trasvasar un vino, no hay razón para no hacerlo.
En el sentido tradicional, decantar es la operación de trasvasar el contenido de una botella a otro recipiente para dejar en la original los posos o residuos sólidos que pueda contener. Para ello se suele utilizar una vela bajo el cuello de la botella, con el fin de advertir la presencia de dichos residuos y detener el trasvase. Hoy día, se llama decantar, al mero hecho de trasvasar el contenido de una botella a otro recipiente para conseguir que aflore con mayor rapidez toda la potencialidad olfativa y gustativa del vino.