Lo primero es definir qué significa que un vino esté
“picado”. Esta expresión nos indica que un Vino cuenta con evidentes síntomas
de avinagramiento. Técnicamente se conoce por acescencia.
Esta situación no es muy usual, pero puede ocurrir. El Vino
es un producto que está vivo y que necesita unas condiciones especiales de
conservación.
La acescencia es una afección provocada por bacterias y que
en presencia de oxígeno dan lugar a un vino "picado".
Otra de las situaciones en las que os podéis encontrar es que
el vino tenga un ligero gusto a corcho. El sabor a corcho se debe al
Tricloroanisol (TCA), una infección bacteriológica que se da mucho en los
bosques de alcornoques.
Estas son las situaciones más comunes que suelen darse. Pero
también podéis detectar un vino picado, por ejemplo, por su color: si en un
vino tinto tiene un color mate raro, es síntoma de que no cuenta con las
condiciones correctas para su consumo. En el caso de los blancos o rosados si
su color se ha transformado en ámbar apagado y tiene cierto sabor a cerveza, es
recomendable prescindir de dicho vino.
Pero si en alguna ocasión abrís una botella de un vino
picado, no lo tiréis, ya que puede tener usos muy interesantes:
- Lavar frutas
y verduras. Al igual que el bicarbonato
de sodio, el vino puede ser utilizado para lavar frutas y verduras. El alcohol
disuelve las impurezas en la superficie y mata varios tipos de patógenos como
la salmonella y la escherichia coli.
- Sacar
manchas de grasa. Nada mejor para quitar
la grasa de tu cocina que la acidez de un vino picado. También ayuda a eliminar
manchas de aceite en el suelo de garajes y entradas de vehículos.
- Curar
“moratones”. Un antiguo remedio casero
recomienda mojar un pedazo de pan en vino y luego aplicarlo sobre el hematoma
para ayudarlo a sanar más rápido. Efectivamente, el vino es rico en
flavonoides, un antioxidante natural que tiene efecto anti-inflamatorio sobre
el cuerpo.
- Blanco para
limpiar tinto. En una mancha provocada por un vino tinto, derramad un poco de
blanco sobre la misma y frotad.
- Hacer
vinagre. Siempre podéis dejar que la
naturaleza siga su curso y que el tiempo convierta el vino en vinagre. Sólo
tenéis que dejar abierta la botella a temperatura ambiente durante un par de
semanas.